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Uno de los principales objetivos en los que Gestilar trabaja en cada uno de sus proyectos es cumplir con su compromiso con el medio ambiente, creyendo firmemente en la sostenibilidad y la eficiencia energética de los edificios como el camino a seguir para el futuro del sector, reduciendo al máximo el impacto ecológico.
Por ello, nuestros diseños se basan en criterios eco-sostenibles con altos niveles de iluminación y soleamiento, así como en el uso de procedimientos de optimización de energía en las viviendas y las zonas comunes. En la línea de las viviendas bioclimáticas, hoy hablamos de la energía geotérmica, ¿cómo puede contribuir en la sostenibilidad y eficiencia energética?, ¿en qué se fundamenta?
Como su nombre etimológico expone (“geo”), se trata de aquella energía que proviene del interior de la Tierra, promoviendo así la generación de la misma de una manera no contaminante ni perjudicial para el medio ambiente o para la salud, en la que se aprovechan los flujos de calor naturales del subsuelo.
La energía geotérmica fundamentalmente se emplea para la climatización de las viviendas mediante la puesta en marcha de la calefacción, la refrigeración o el abastecimiento de agua caliente, otorgando a estos espacios de la independencia energética que caracteriza el uso de las renovables. Sin embargo, cabe remarcar que se trata de una de las energías más desconocidas, hacia la que los propios expertos en la materia reclaman una normativa unificada y una mayor difusión de estudios sobre la misma.
El aprovechamiento de la geotermia se basa en un sistema de bomba de calor eficiente, la cual no consume energía, tal y como ocurriría con las tradicionales calderas, sino que aprovecha las variaciones de temperatura del interior de la casa y del subsuelo para climatizar el espacio.
¿Su característica principal? Se basa en un sistema reversible: “mueve” el calor para sacarlo o meterlo dentro de la vivienda, refrigerándola o calentándola según se desee.
En el caso de la calefacción o para calentar el agua, el sistema transporta el calor desde el subsuelo hasta la vivienda, mientras que para refrigerar el espacio, se produce el proceso contrario.
Y es que en el caso de una bomba de calor tradicional, el intercambio se realiza con el aire, tal y como sucede con la nevera: saca el calor fuera de la misma, generando en el interior una temperatura más baja. Es por ello que la parte trasera del frigorífico siempre está caliente.
Isla de La Toja, ubicada en Tempranales, San Sebastián de los Reyes, es un perfecto exponente del uso de la energía geotérmica en el que a las viviendas se les ha dotado de un sistema de climatización y agua caliente sanitaria mediante una bomba de calor servida por energía renovable y suelo radiante-refrescante.
¿Por qué creemos en el uso de esta energía?
De media anual se puede llegar a ahorrar hasta 13 toneladas de emisiones de CO2, teniendo una durabilidad de unos 20 años, además, exige un mantenimiento mínimo porque no hay combustión, funcionando a un rendimiento constante. Simples, fiables, y sin maquinaria o aparatos visibles en el interior de la vivienda.
¿Conocías los sistemas geotérmicos?
27/07/2017