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Nuevos tiempos han llegado para el sector inmobiliario, el cual se encuentra en plena evolución hacia la digitalización, tanto en la forma de comunicarse con sus potenciales clientes, así como en sus procesos de venta. A la par, está adaptándose a una “nueva era” en la que la integración de las nuevas tecnologías aplicadas a la construcción es prácticamente un imperativo para continuar llevando a cabo una actividad competitiva en el escenario actual. ¿Cuáles son y cómo influyen en la concepción y puesta en marcha de cualquier proyecto? Hoy hablamos de algunas de ellas.
Esta tecnología, la cual está orientada a la gestión y análisis inteligente de grandes volúmenes de datos, permite al sector contar con información contrastada y de calidad, muy útil en la toma de decisiones: ¿dónde construir?, ¿cuáles son las preferencias más demandadas por los compradores? o ¿qué perfil tienen? son solo 3 ejemplos de cómo el uso del Big Data en la construcción puede ser de gran valor para “anticiparse” a la demanda, mejorando la eficiencia y eficacia de todos los procesos.
¿Sabías que ya se aplican sensores en maquinaria y vehículos de modo que, haciendo una comparativa con la información del tráfico, se consigue un algoritmo que mejora los tiempos de transporte de material de la obra? ¡El poder de la información!
El BIM, “Building Information Modeling”, se define como un software utilizado para la producción de “maquetas digitales”, con el que además poder crear una base de datos con información relativa a todos los elementos que la componen. ¿Su característica más destacable? Se trata de una tecnología colaborativa, es decir, los datos pueden ser actualizados a tiempo real por los diferentes profesionales implicados en la construcción, pudiendo conocer el estado de la obra en todo momento y creando un único modelo de información del edificio.
La impresión 3D es una de las nuevas tecnologías aplicadas a la construcción que más ha revolucionado al sector, dando la posibilidad de “ver” el edificio y su diseño antes de que comiencen los trabajos de obra. Esto sirve de “testeo”, corrigiendo así todos los errores que se puedan apreciar, ahorrando costes.
Pero, en un futuro ya no tan lejano, la impresión 3D está pensada para ir más allá, llegando a convertirse en una herramienta fundamental en el proceso de fabricación de los materiales así como de las estructuras del inmueble.
Y es que el uso de las nuevas tecnologías ya no solo se acota al proceso de obra y concepción de los proyectos, si no que da un paso más, estando presente hasta el momento de captación y venta / compra, de forma que se conciben como una experiencia para el futuro comprador.
Se puede hablar de la clara tendencia “a lo visual”, quedando patente con la utilización de la realidad virtual o las imágenes 360°, formatos en los que el cliente puede “estar dentro” de la vivienda. Por otro lado, destaca también el desarrollo de novedosas Apps interactivas como las de “geolocalización”, mediante las que se reciben avisos personalizados al pasar por una propiedad en venta u obra que te pudiera interesar, o la generación de planos 3D a partir de fotografías del espacio, ¡todo un mundo de posibilidades!
El sector inmobiliario… ¡está cambiando! Innovación y nuevas tecnologías orientadas a ofrecer un servicio totalmente personalizado, ¿cómo imaginas su evolución en tan solo una década?
03/05/2018